Querido Z:
Ya era tiempo que no te escribía, pero es que no encontraba nada digno de contarte. Pareciera que de pronto me conseguí una vida y mi estadía en el área virtual se reduce a revisar redes sociales y buscar bibliografía secundaria para mi memoria. Porque así es, estoy haciendo una memoria, no una memoria en el sentido "mis memorias" como en un libro autobiográfico con, valga la redundancia, mis memorias, sino un trabajo de investigación con el cual llegaré, y espero pronto, a obtener mi título universitario.
¿Quieres saber el título? espero que este inglés esté a tu nivel: "The Binary Opposite Ideas of Free Will and Loss of Free Will in Anthony Burgess' Dystopian Novel 'A Clockwork Orange'"
Cool, ¿verdad? Aunque, sinceramente, hubiese preferido hacer algo más ligado a la pedagogía y menos a la lengua, pero ¡bueh! es lo que hay.
El punto es que después de farrearme (sí, farrearme) varios meses llegué al punto de no retorno en el que comencé a calcular las semanas y días para terminar la bendita investigación antes de que finalice el año académico y después de varios problemas "técnicos" aún existe una minúscula posibilidad de que logre, aunque sinceramente debo estar atrayendo todas las malas energías, porque para mi ya es claro que cagué y si la metafísica y "El Secreto" funcionan entonces estoy aún más cagada, porque lo veo todo negro-negro.
Para no seguir aburriéndote, estaba toda estresada a lo Penélope moderna escribiendo uno de los ensayos y luego borrando todo lo que había escrito porque no me gustaba o sentía que me desviaba del tema hasta que asumí que esta noche no produciría nada. A veces me pasa, simplemente mis neuronas se ponen en huelga y no soy capaz de producir nada últil. Entonces el cargo de conciencia empieza a molestar y estar de ociosa es como poner en altavoz esos pensamientos antipáticos que hacen que deprima.
Y pensé... "quiero hacerme bolita y rodar... ¿rodar?.... rodar y rodar... rodaaaaar y rodaaar". (Espero que como buen amante de la música hayas captado el ritmo, aunque más bien las rancheras no son tu estilo).
Entonces fue que siguiendo la letra comencé a darme cuenta que:
Ya era tiempo que no te escribía, pero es que no encontraba nada digno de contarte. Pareciera que de pronto me conseguí una vida y mi estadía en el área virtual se reduce a revisar redes sociales y buscar bibliografía secundaria para mi memoria. Porque así es, estoy haciendo una memoria, no una memoria en el sentido "mis memorias" como en un libro autobiográfico con, valga la redundancia, mis memorias, sino un trabajo de investigación con el cual llegaré, y espero pronto, a obtener mi título universitario.
¿Quieres saber el título? espero que este inglés esté a tu nivel: "The Binary Opposite Ideas of Free Will and Loss of Free Will in Anthony Burgess' Dystopian Novel 'A Clockwork Orange'"
Cool, ¿verdad? Aunque, sinceramente, hubiese preferido hacer algo más ligado a la pedagogía y menos a la lengua, pero ¡bueh! es lo que hay.
El punto es que después de farrearme (sí, farrearme) varios meses llegué al punto de no retorno en el que comencé a calcular las semanas y días para terminar la bendita investigación antes de que finalice el año académico y después de varios problemas "técnicos" aún existe una minúscula posibilidad de que logre, aunque sinceramente debo estar atrayendo todas las malas energías, porque para mi ya es claro que cagué y si la metafísica y "El Secreto" funcionan entonces estoy aún más cagada, porque lo veo todo negro-negro.
Para no seguir aburriéndote, estaba toda estresada a lo Penélope moderna escribiendo uno de los ensayos y luego borrando todo lo que había escrito porque no me gustaba o sentía que me desviaba del tema hasta que asumí que esta noche no produciría nada. A veces me pasa, simplemente mis neuronas se ponen en huelga y no soy capaz de producir nada últil. Entonces el cargo de conciencia empieza a molestar y estar de ociosa es como poner en altavoz esos pensamientos antipáticos que hacen que deprima.
Y pensé... "quiero hacerme bolita y rodar... ¿rodar?.... rodar y rodar... rodaaaaar y rodaaar". (Espero que como buen amante de la música hayas captado el ritmo, aunque más bien las rancheras no son tu estilo).
Entonces fue que siguiendo la letra comencé a darme cuenta que:
- Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero... (ya que matricularme y pagar mensualidades me va a dejar endeudada y desfinanciada, pero que va, siempre he podido arreglármelas cuando estoy pobre.)
- ...y mi palabra es la ley (tema asumido, soy mandona hasta la médula -y nunca me van a cambiarmm- así que de algo que me sirva ya que desde ahora no le paso las riendas a nadie)
- No tengo trono ni reina (ni título, ni pega), ni nadie que me comprenda (excepto tú... y mi pelo, claro) pero sigo siendo el rey... (llamémosle autoestima, pero todos sabemos que tengo un ego que raya en lo odioso, aun así tener tanta fe en mi misma me ha vuelto la Bruce Willis de la resiliencia: Dura de Matar; la Kurt McKinney de la carrera: Retroceder Nunca, Rendirse Jamas.)
- Una piedra en el camino me enseñó que mi destino era rodar y rodar... (un tropezón en la vida puede llevarte a entender verdades fundamentales sobre ti misma... como que hay que asumir que cuando la cagas... la cagas y no hay nada que hacer al respecto)
- Después me dijo un arriero que no hay que llegar primero, pero que hay que saber llegar. (Tal vez no termine la memoria en el plazo que me di, pero te juro por Goku y Optimus Prime que va a ser verdaderamente "memorable")
Lo que saco en limpio, mi querido guerrero de la frente eterna, es que todos los grandes momentos de la vida de una persona están marcadas por una canción y en estos momentos la mía es una ranchera.
Siempre tuya,
Nori