Estimado viejito pascuero:
Sí, lo sé, ya te escribí una carta (que ahora cuelga de una de las plásticas ramas de mi árbol de navidad), pero necesito decirte lo que en realidad quiero y no sólo la reiteración de mis frustraciones de cuando era pequeña (que ni con que me cumplas estas peticiones vas a poder enmendar)... en fin, lo que deseo para esta navidad es que no repitas este año Sé que han pasado cosas muy buenas, pero vaya si que ha sido terrible estar en ascuas esperando por resultados funestos y salir con cosas completamente fuera de razón lógica, algunos verdaderos milagros y otras verdaderas tragedias.
No quiero repetir las grandes noticias, que también han sido de locos (terremotos, mineros, etc).
Las cosas a las que me refiero son menos trascendentales para la historia, pero han seguido la misma línea de cosas inexplicables, porque si que me han pasado cosas a la que no le encuentro ninguna explicación racional... por ejemplo el que haya estado con muchas dificultades para hacer mi tesina, que la mala planificación y poca investigación me hayan hecho pensar que ese trabajo sería imposible de presentar, pero que de pronto haya aparecido como por arte de magia una resolución en la que la gente del año de mi ingreso quedara exenta de presentar ese trabajo, o el que hayan muerto los padres de dos de mis mejores amigas con menos de un mes de diferencia, o el que haya aprobado un ramo en el que jamás logré siquiera sacarme un azul en todo el semestre, o el que me hayan permitido tener no una, sino dos mascotas cuando mi mamá me lo tenía totalmente prohibido, incluso el que haya partido de CC cuando jamás tuve planes de hacerlo... entre otras cosas (varias de las cuales no puedo mencionar o dejar testimonio de ellas... sí, así de graves).
No quiero que esta carta suene a queja, después de todo la mayoría de estas situaciones son del tipo "no hay mal que por bien no venga", pero simplemente me hacen pensar que de pronto el mundo se desequilibró, que algo más allá de mi compresión perdió su centro haciendo que las cosas más ilógicas se volvieran realidad y simplemente me gustaría que lo arreglaras... has que el 2011 sea normal, sin grandes emociones, sin tragedias, sin sorpresas. Sólo un año más.
Y de paso tráele cordura a gente que anda falta de ella.
Muchos saludos
Jennifer
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