Octubre no es mi mes favorito. Incluso siendo el mes cuando mi hermana y yo estamos cumpleaños y el mes en el que fueron publicados dos de mis libros preferidos. Aún así, siempre ha sido un mes algo negro para mi. Este octubre no fue distinto. No sé si empezar por los antiguos motivos o por los de este año nada más. Mejor referirme a este año.
Este octubre no solo se llevó a una gran amistad, también se llevó a una querida mascota, mi cama y todos mis zapatos, dejándome literalmente descalza.
Quizás debería comenzar por el principio.
Eran los primeros días de octubre cuando tuve una gran pelea con una amiga. Una amistad de muchos años. Fue triste darnos cuenta de nuestras diferencias. No fue linda nuestra última conversación y desde entonces no hemos hablado.
Más adelante sucedió lo de mi mascota. Hace un par de años un cachorrito llegó a mi casa, blanco, pequeño y peludo. Como ya tenía una perrita llamada Dulce, junto a mi hermano decidimos llamarle Amargo (un premio a la originalidad para nosotros). A pesar de su nombre era un perro muy cariñoso y dulce. Se ganó el cariño de la familia muy rápido y cuando a mediados de octubre otro perro lo atacó y mató, fue un impacto para todos. Todavía se me aguan los ojos cuando pienso en él y es imposible hablar del tema en nuestra casa sin que quedemos todos tristes recordándolo.
Luego vino la cama. Más o menos pasada la veintena de octubre decidimos poner baldosas en el segundo piso, por supuesto las camas fueron desarmadas. La mía había costado hacerla llegar a mi dormitorio, así que decidimos bajarla por la ventana. Groso error. Se desclavó y cayó al vacío haciéndose añicos. Ahora duermo en el colchón hasta nuevo aviso.
Lo de los zapatos es bastante anecdótico. Como estábamos poniendo baldosas, guardé los zapatos en una bolsa de basura y la dejé junto a mi puerta. Luego me puse a pintar mi pieza aprovechando la oportunidad. Ayer anduve descalza terminando de limpiar las manchas de pintura del piso y esta mañana mi mamá preguntó por la bolsa y le dije que eran mis zapatos. Una hora después mi hermana le dijo a mi cuñado que la echara a la basura. Como mi mamá la movió al primer piso él pensó que era basura. Así que ahora no tengo ni un solo par de zapatos.
Se me ocurrió que sería buena idea escribir sobre las cosas que se llevó octubre, al parecer también nuestro basurero (que no logro encontrar por ningún lado). Adicionalmente descubrí lo optimista que soy. Por supuesto cada una de estas situaciones me sacó más de un par de lágrimas (la cama y los zapatos un par de carcajadas), aún así lo veo todo por el lado positivo:
Toda amistad llega a un punto donde se prueba a si misma. Las amistades que están destinadas a durar para "toda la vida" superan cualquier obstáculo, las que no, simplemente nos dejan buenos recuerdos. Sólo el tiempo determinará que sucederá. Mientras tanto rescato los buenos momentos y lo que aprendí de ella.
Amarwis siendo todo un caballero
La cama y los zapatos. Bueno, las renovaciones nunca están de más. Ya tengo piso nuevo y paredes de un nuevo color, quizás ya sea tiempo de invertir un poco más en mi y eso precisamente es lo que haré... en cuanto resuelva el dilema de como ir a comprar zapatos sin tener zapatos con los que ir a comprar.